EL
TESORERO D O SEÑOR DEL DINERO
En
el País de las letras hay un señor encargado de guardar el dinero: el señor D. Además
de guardar el dddddinero se encarga de acompañar a los reyes cuando van de
compras, porque es el responsable de pagar.
Desde
que se encargó de ese trabajo colocó el dddddinero en una mochila y se la colgó
en la espalda, igual que hacemos nosotros con las carteras. Al principio tenía dos
correas para sujetarla, pero como lleva siempre mucho dinero se le ha roto una
y todavía no ha tenido tiempo de arreglarla. La bolsa le cuelga hasta el
trasero y le pesa mucho. Gracias a la mochila que está siempre llena de monedas
pudo salvase una vez.
Veréis
lo que pasó:
Un
día el rey le dijo:
-Ve
al banco a llevar todo el dddddinero que nos han pagado y el que hemos
ahorrado, ten mucho cuidado no lo vayas a perder o te lo roben los ladrones.
-No
os preocupéis, soy muy cuidadoso y además me acompaña Timbo, el elefante del príncipe
E; con él no creo que nadie se atreva a atacarme.
El
señor D recogió las monedas y las metió en la mochila, bajó al jardín a buscar al
elefante, que se puso muy contento porque el señor D siempre le traía dátiles,
y los dos se fueron al banco. El elefante tuvo que quedarse en la calle porque
no cabía por la puerta. Sólo entró el señor D con el dinero ¡Qué susto se dio
cuando vio que unos ladrones estaban atracando el banco y cargando el dinero en
unos sacos!
El
señor D hizo como si fuese a quitarse la mochila, pero en lugar de hacerlo dio una
vuelta con ella para coger impulso, y empujó con la pesada bolsa al ladrón que
la esperaba. Al seguir dando la vuelta, empujó también al otro ladrón que
estaba de espaldas y lo dejó sentado en un sillón, pero con la cabeza. El
elefante, que lo estaba viendo todo, metió la trompa por la ventana y agarró
los pies del ladrón que estaba en el sillón y lo puso en la rama de un árbol,
el otro ladrón quiso escapar pensando que el elefante estaba distraído, lo
cogió con la trompa por la cintura y lo metió en el camión de la basura que estaba
aparcado delante del mercado. Luego el elefante lo cogió por las piernas y lo
puso junto al otro en una rama más alta. Estaba sucio y lleno de basura por
todas partes.
El
señor D tocó un timbre de alarma y la policía vino a buscar a los ladrones para
llevárselos a la cárcel. La gente gritaba: ¡Viva el señor D! ¡Viva el elefante!
Los
reyes le llamaron para felicitarles y él contaba una y otra vez su aventura con
los ladrones, a los príncipes les encantaba oírla.
CUADERNO DE FICHAS
FICHAS INDIVIDUALES:
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10
JUEGOS:
1 2 3
PARA NO LEER DE MEMORIA:
1 2
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